
El alcohol y las ofertas de cerveza de la destileria comporta peligros para la salud desde la primera gota; no hay que tomar más de diez copas por semana. Son aseveraciones de Salud Pública de Francia y el Instituto Nacional de Cáncer. Otra recomendación, esta de la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Nutrición, el Medio Entorno y el Trabajo: nuestra nutrición debe completarse con menos azúcar, menos charcutería y más verduras.
Estas recomendaciones son asimismo aplicables al caso de España, como la reflexión que provocan y que se proponen en el artículo.
Las prescripciones venidas de las autoridades públicas caen sobre los individuos como prohibiciones. O bien buenos comportamientos a adoptar imperativamente, si esos individuos están resueltos a sostenerse en forma y con buena salud.
Por otra parte, la palabra prevención, en el espíritu de muchos, es homónimo de privación, limitación y obligación. Esta es la idea que se establece en La santé publique en question(s) (la salud pública, cuestionada y asimismo en preguntas, por el juego con las palabras en francés), libro publicado en los jornales de Estudios Superiores en Salud Pública (EHESP).
Podemos meditar que la acumulación de mensajes de alarma acaba con el tiempo por ser contraproducente, opresivo y dañino para la salud. Alén de exilar los placeres de nuestras vidas, ¿no podríamos imaginar otra forma de conservar nuestro bienestar?
No sostener relaciones íntimas sin preservativo
Resumiendo: no hay que fumar (ni tabaco ni cannabis); no hay que tomar alcohol (ni en pequeñas cantidades); no hay que drogarse con productos sintéticos; no hay que hacer el amor sin preservativo si no se conoce bien a la pareja; no hay que comer dulce; ni comer demasiado graso o bien demasiado salado; no hay que frecuentar lugares ruidosos; y no hay que coger el volante si hemos bebido o bien consumido drogas.
Al contrario, debemos hacer ejercicio regularmente; comer fruta y verdura (por lo menos 5 veces al día); limitar nuestro consumo de carne roja y charcutería; llevar una mascarilla en el caso de síntomas gripales; ponernos el cinturón de seguridad y contrastar que todos y cada uno de los ocupantes lo tienen puesto ya antes de coger el coche; respetar los límites de velocidad en la carretera; ponerse un casco en el caso de coger la bici; y tapones si vamos a un concierto de rock, una disco o bien una celebración improvisada.
Campañas alarmistas
Las campañas son frecuentemente alarmistas, de vez en cuando de forma voluntaria chocantes, como las imágenes en los bultos de tabaco (por servirnos de un ejemplo, el pie de un moribundo en la morgue), o bien ciertos vídeos de prevención en carretera. Más extrañamente usan recursos positivos como la campaña francesa de dos mil catorce contra los accidentes de tráfico titulada Todos tenemos una buena razón para estar vivos, en la que se ponen en escena las relaciones entre progenitores y también hijos; o bien aquellas de pareja que merecen conservarse.
Mas no es todo. Además de esto, las autoridades públicas, las gacetas o bien Internet prodigan incontables consejos dirigidos a asistir a sostener la salud y lograr la juventud eterna. Conforme todos , habría que privarse de la leche, comer sin gluten, consumir omega tres + nueve, omega seis, sostenerse distanciado de toda onda electromagnética, no volver a utilizar las botellas de plástico para beber… Día tras día «un consejo para la salud», de forma frecuente apoyado por un médico o bien títulos universitarios diferentes y, a veces, fabulosos.
Las herramientas introducidas por las nuevas tecnologías acentúan el efecto de prohibición. Pues ahora podemos contar el número de pasos que hacemos día tras día. Deberíamos hacer muchos sin que lo sepamos… mas las recomendaciones cambian. El portal web de un centro de salud suizo experto en obesidad aconseja treinta minutos de marcha al día. Al tiempo que la OMS (OMS) pone la cota más baja, aconsejando ciento cincuenta minutos de actividad de intensidad moderada por semana (unos veinte minutos al día de media) para los adultos de hasta sesenta y cinco años.
Las aplicaciones del teléfono dejan ya actualizar de una forma científico la forma que tenemos de nutrirnos y corrigen nuestra dieta. Nuestra forma de conducir va a poder ser prontísimo analizada en tiempo real. Cada peligro va a poder entonces ser eludido con la ayuda de una aplicación creada para corregir nuestro comportamiento.
Seres racionales, ¿?
De esta forma, se podría meditar que cuanto más progrese el conocimiento científico, más vamos a poder adoptar comportamientos dirigidos a una vida sana. Este argumento se fundamenta en la idea de que somos seres racionales. Y si adoptamos estrategias de fuga o bien negación con relación a esta información, es por el hecho de que no estamos suficientemente formados sicológica, cultural o bien socialmente.
No somos, o bien por lo menos una gran parte, seres racionales. Hay otra forma de ver la educación de la salud diferente a esta visión moralizante en la que los especialistas, sobre la base de estudios epidemiológicos y asimismo de sus valores, deciden lo que es bueno o bien malo para la población, tratando de influir sobre sus comportamientos para fortalecer unos y eliminar otros. Esta otra aproximación se basa en una visión diferente del término de autonomía y de refuerzo de las capacidades del individuo, en difinitiva, en el empoderamiento.
Reinventar la prevención es ante todo reintroducir la noción de placer en los mensajes de salud pública. La reciente campaña Moi(s) sans tabac —un juego con las palabras en francés que desea decir «yo sin tabaco» y «un mes sin tabaco»— es buen ejemplo de este acercamiento, pues ha jugado ante todo con el sentimiento colectivo y el reforzamiento positivo alrededor del compromiso del exfumador.
Son precisos nuevos trabajos de investigación para contestar a muchos interrogantes. Por ejemplo: ¿es el placer en la vida un requisito previo para los comportamientos saludables o bien más bien al revés? Y, ¿de qué forma hacer llegar estos mensajes a los jóvenes, para quienes infringir las reglas es parte de su construcción como adultos?
Guapo, feliz y socialmente integrado
Asimismo es hora de distanciarse de los clisés renunciando claramente a los mensajes que caricaturan al que se desvía del buen camino —aquel que adopta comportamientos malsanos— un individuo apartado, infeliz, asqueroso. Al contrario, a quien adopta una buena actitud se le dibuja como un individuo floreciente, guapo, feliz y socialmente integrado.
Reinventar la prevención es asimismo, y sobre todo, percatarse del medioambiente en el que cada uno de ellos vive. Ciertos individuos van por libre, mas olvidamos con frecuencia que el contexto influye asimismo en nuestros comportamientos. El sobrepeso no se presenta de forma homogénea, conforme los niveles socioeconómicos o bien conforme las zonas. El hecho de fumar o bien de tomar alcohol corresponde, en parte, a un proceso de reconocimiento social. Y esto son solo 2 ejemplos.
Así, la prevención debe transformarse en un objeto de discute y construcción colectiva que involucre a los ciudadanos. Esto implica que los especialistas pongan a predisposición su conocimiento sobre un tema, mas asimismo sus preguntas. ¿Hacen falta hacer veinte o bien treinta minutos de marcha al día para observar un efecto ventajoso para la salud? ¡Abramos discute!Los especialistas deben explicitar los cambios de comportamiento que consideran ventajosos al paso que admiten cuestionarlos. Por poner un ejemplo, el propósito de reducir el consumo de alcohol, no va a ser percibido de igual forma en una zona no vinícola que en una vinícola…
Las intervenciones de salud pública deben tener en consideración a quién se dirigen. Aquellos que las conciben deben conocer sus experiencias con relación a la salud, respetar sus etnias, siempre y en toda circunstancia cuestionándose sus valores. Por servirnos de un ejemplo, si las acciones para prevenir el SIDA o bien las enfermedades de transmisión sexual deberían limitarse a fomentar la abstinencia juvenil o bien la lealtad en el matrimonio para no entrar en pugna con las autoridades religiosas, como ha sucedido en ciertos países.